A lo largo de nuestra vida la lectura es un hábito que se pierde con facilidad, sin embargo es una herramienta de primer orden en ciertos niveles y puestos profesionales, ante un entorno tan competido, estudiantes, -de cualquier nivel- docentes, académicos y profesionistas tenemos el deber de estar bien informados. Sólo así podremos potenciar un espíritu crítico que nos ayude a buscar nuevos caminos en los modos de proceder, de lo contrario estaremos condenados a la desinformación e incapacidad de entender lo que acontece a nuestro alrededor.
En otras palabras estaremos incapacitados para actuar.
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